Portoviejo, 22 de mayo de 2019.- El arte, la historia y el deporte se hicieron presentes en la tarde y noche del sábado 18 de mayo en el Centro de Investigación e Interpretación Zonal 4. En este espacio, referente cultural y educativo en la provincia de Manabí, se desarrolló la noche de museos y 1era Feria “Ciscala” en el marco del día internacional de los museos.

La riqueza artesanal de Manabí se vivió en la feria “Ciscala”, término prehispánico utilizado al describir a un pueblo de mercaderes ubicado al norte de la costa ecuatoriana, dando un concepto simbólico al comercio mediante un espacio de encuentro que permitió visibilizar y reforzar los emprendimientos comunitarios.

Este espacio contó con la participación de artesanos como Margarita García, quien ha tejido las hebras de la paja toquilla por más de 70 años y actualmente es uno de los miembros más destacados de la Asociación de Tejedores del Milagro de Picoazá.

Además, el evento contó con la presentación de productos obtenidos de la flora del Cerro de Hojas y Jaboncillo como el aceite de palo santo de “Santoaroma”, réplicas de objetos arqueológicos producidos por artesanos de “La Pila”, vestimentas contemporáneas con serigrafía inspiradas en la iconografía manteña y el aporte de la Asociación Agroecológicos y Artesanales de Manabí con productos de consumo y uso diario ecológicos.

Juan Jijón Porras, director del Centro de Investigación, indicó que: “La presencia de ferias artesanales comunitarias, permite a los comerciantes tener alianzas estratégicas, e incluso se analizaría la posibilidad de que este tipo de productos puedan ser exhibidos en nuestros espacios de vinculación turística permanentemente”.

Al llegar el atardecer, jóvenes y adultos, junto a ciclistas profesionales, se agruparon en los exteriores del Museo Arqueológico para iniciar la ciclo-ruta patrimonial, un recorrido de 3.5 km que permitió el contacto con el bosque tropical seco.

El punto de llegada del recorrido fue el Centros de Interpretación donde los ciclistas conocieron las manifestaciones culturales vivas de Picoazá, los avances en las investigaciones arqueológicas y el arqueódromo donde conocieron las metodologías al intervenir en un sitio patrimonial. Esta incursión contó con la presencia de María Molina, guía nativa, quien además fue apoyo en las excavaciones realizadas en años anteriores en el sitio patrimonial.

Ignacio Díaz, uno de los participantes de esta aventura, señaló que: “Continuamente realizo esta ruta con mis amigos y familia, en otras ocasiones es caminando o directamente en el vehículo; es un lugar maravilloso, y está aquí en Portoviejo, todos deben venir y conocerlo”.

Al finalizar el día, el “museo vivo” se hizo presente. Laura Molina y Verónica Arteaga del sector “Milagro de Picoazá”, personificaron a dos mujeres caciques que viajaban desde el pasado para relatar una visión viva y de género sobre la cultura manteña y su relación con la naturaleza, usos sociales y rituales, mientras se recorre cada espacio de la museografía “Tras las huellas de los Cerros Hojas-Jaboncillo”, momento artístico e histórico que fue del agrado de los asistentes.

“Con estos espacios y actividades se busca dar a conocer la riqueza patrimonial con la que cuenta Manabí y el Ecuador entero, se planifican futuros proyectos donde se incorporen otras manifestaciones artísticas, como la música”, indicó Juan Jijón.

El Parque Arqueológico Hojas-Jaboncillo está ubicado en la ciudadela “Las Amazonas” en la parroquia urbana de Portoviejo, Picoazá.

Comunicación Social INPC.