Guayaquil, 31 de marzo de 2021.- El Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) realizó la segunda parte del Taller sobre los lineamientos para elaborar un Plan de contingencia/emergencia en contenedores de bienes culturales.

Este taller es el complemento de la ponencia impartida el año anterior (2020). En esta ocasión, los funcionarios de la Unidad de Gestión de Riesgos del Patrimonio Cultural de la Zonal 5, Alex Freire y Galo Lozano, establecieron las directrices de actuación para mitigar el impacto de los riesgos que ponen en peligro la integridad de los funcionarios y visitantes de un contenedor de bienes culturales, así como la conservación del inmueble y los objetos patrimoniales que alberga. Posterior a la exposición se dio paso a una sesión de preguntas y respuestas a las consultas planteadas por el público asistente.

Para el caso de cualquier contenedor de bienes culturales, la presencia de riesgos naturales y antrópicos está siempre latente y podrían ocasionar daños irreversibles tanto en el edificio como en la colección, además de lesiones al personal de la institución y visitantes. En ese sentido, es necesario que todo inmueble contenedor de bienes culturales, cuyo inmueble sea o no patrimonial, cuente con un plan de contingencia que permita a la institución dar respuesta a situaciones de emergencia como sismos, inundaciones, fuerzas físicas, agua y otro tipo de eventos adversos.

Se considera como Plan de emergencia a un conjunto de actividades coordinadas y planificadas para manejar una o varias amenazas, ya sean estas naturales como sismo, erupción volcánica, tsunami, movimiento en masa, inundación, lluvias y daños por plagas; o antrópicas como robo/hurto, vandalismo, disociación, intervenciones de conservación inadecuadas, daños por condiciones de exhibición, almacenaje, manipulación y daños por fugas o ruptura.

Este plan permite la identificación, el análisis y la evaluación del riesgo, para luego establecer las estrategias para su tratamiento por lo que debe ser claro, conciso y preciso.

Es importante indicar que el ciclo del manejo del riesgo que se sigue, se encuentra dividido en tres fases: antes, durante y después del evento.

Antes de la emergencia se debe identificar, analizar y/o prevenir el riesgo, así mismo realizar la preparación para enfrentar la situación. Durante la emergencia, se ejecutará el plan en el término de las primeras 72 horas y se aplicarán los procedimientos preparados, en la fase anterior, en función de tener una respuesta adecuada ante el evento. Después de la emergencia se debe evaluar los daños, restaurar y recuperar los bienes patrimoniales afectados.

La elaboración de planes de contingencia/emergencia es una actividad que se encuentra dentro de las competencias de los Gobiernos Autónomos Descentralizados Municipales, como parte de la preservación y protección de sus patrimonios culturales.

Comunicación Social INPC.