El conocimiento sobre la construcción de embarcaciones de balsa constituye un legado cultural ancestral transmitido de generación en generación desde tiempos precolombinos. Diversas investigaciones arqueológicas e históricas han demostrado que ya desde la época de la cultura Valdivia (aprox. 4000 a.C.), y a lo largo de otras culturas como la Huancavilca, se utilizaban balsas para la navegación y el comercio marítimo. Sin embargo, con la llegada de los colonizadores españoles, esta tradición sufrió una transformación significativa debido a la imposición de nuevas formas de producción y comercio, lo que provocó la pérdida progresiva del uso de balsas para el comercio oceánico, aunque ciertas variantes se adaptaron a los nuevos contextos sociales.
En la actualidad, este saber ancestral persiste principalmente en el cantón Playas, provincia del Guayas, donde desde hace aproximadamente un siglo se ha mantenido y adaptado a las necesidades locales. Las balsas han sido históricamente fundamentales para la pesca y el sustento diario, y aunque su uso ha disminuido, los conocimientos sobre su construcción y navegación sobreviven en la memoria y práctica de algunos pescadores del poblado de General Villamil, representando un importante patrimonio cultural inmaterial que merece ser reconocido y preservado.