PASE DEL NIÑO VIAJERO.

Azuay, Cuenca

Acuerdo Ministerial Nº 143

F: Lic. Galo Vinicio Mora Witt, Ministro de Cultura 

El Pase del Niño Viajero constituye la celebración religiosa más significativa de la provincia del Azuay. Su capacidad de convocatoria la convierte en una manifestación multitudinaria que congrega a miles de personas de Cuenca y de otros cantones de la región. Esta festividad se celebra cada 24 de diciembre, manteniendo su epicentro religioso en la Catedral de Cuenca, junto al parque central. El eje simbólico de la celebración es la imagen del Niño Viajero, figura devocional que moviliza tanto la fe como la identidad colectiva.

Si bien esta fiesta tiene una base profundamente religiosa, su alcance trasciende lo litúrgico para integrar una compleja red de significados culturales, sociales y simbólicos. La celebración no se limita al día del evento: implica una larga y elaborada preparación, donde participan diversos actores sociales como los priostes; artesanos que confeccionan trajes con meses de anticipación; barrios tradicionales; bandas populares; asociaciones civiles y religiosas; entre otros. Esta diversidad de involucrados refleja la naturaleza colectiva y participativa del Pase, que se configura como un ritual profundamente arraigado en el tejido social.

En su carácter de celebración ritual, el Pase del Niño Viajero desempeña un rol fundamental en la afirmación de la identidad cultural. Favorece la cohesión social, la solidaridad comunitaria y la continuidad de prácticas tradicionales a través de mecanismos de reciprocidad y redistribución. Su capacidad integradora se manifiesta tanto en el espacio local como en el ámbito transnacional, ya que es una festividad que también vive en la memoria y en las prácticas de las comunidades migrantes. Año a año, muchos retornan al país para participar del Pase, mientras otros lo celebran simbólicamente desde la distancia, a través de sus familias o mediante reproducciones culturales en sus lugares de residencia.