Marcha a Caballo en Homenaje al Patrón Santiago de Sibambe

ACUERDO MINISTERIAL Nro. MCYP-MCYP-2022-0100-A

Ministerio de Cultura y Patrimonio

La Marcha a Caballo en Homenaje al Patrón Santiago de Sibambe es una expresión cultural y religiosa profundamente arraigada en el cantón Alausí, provincia de Chimborazo. Cada 25 de julio, la comunidad celebra a su santo patrono con una serie de rituales que conjugan devoción, tradición y participación colectiva. Esta festividad, que se extiende por más de una semana, incluye actos religiosos como la novena, procesiones, misas y bendiciones, así como eventos cívicos y sociales en los que resalta la emblemática marcha a caballo. Esta última representa el acto simbólico más importante de la celebración: cientos de jinetes recorren las calles del pueblo en una procesión que honra tanto a Santiago como al vínculo de la comunidad con su territorio, su historia y su identidad rural.

La festividad no solo tiene un carácter religioso, sino que también funciona como un mecanismo de cohesión social y reafirmación identitaria. Participan activamente moradores locales, personas de comunidades cercanas y migrantes que retornan desde otras ciudades o países exclusivamente para formar parte del evento, algunos en calidad de priostes. La fiesta permite una convivencia intergeneracional y multiétnica, integrando a campesinos, mestizos e indígenas en un mismo espacio simbólico, donde lo sagrado y lo profano se entrelazan. 

El contexto geográfico y productivo del territorio también aporta una dimensión significativa al valor patrimonial de esta celebración. Sibambe, caracterizado por su diversidad altitudinal, ha sido históricamente un territorio fértil y estratégico, articulado por la cuenca del río Chanchán y atravesado por la línea ferroviaria desde 1902. La estación de tren, ubicada en la parte baja del río, simboliza la conexión entre regiones y el dinamismo económico del pasado. En este entorno, la Marcha a Caballo no solo celebra la fe y la historia, sino que también se convierte en una plataforma para visibilizar el orgullo local, los saberes tradicionales, las prácticas agropecuarias y la resiliencia cultural de un pueblo que, a través de esta fiesta, renueva año tras año su compromiso con la memoria, la identidad y el patrimonio vivo de la región andina.